Trabajo Celestial

por Heather Tietz

Juan 6:27

Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.

El Trabajo. Es nuestro derecho de nacimiento.

No importa de qué cultura seamos, el trabajo es parte de nuestro destino. Sin él, no hay alimento, no hay forma de obtener comida, ni ropa, ni limpieza. El trabajo proporciona estructura a la sociedad, orden al gobierno, cumplimiento de las normas y esperanza de paz. El trabajo debe darse para que una sociedad prospere.

Ya sea que nos paguen por él o no, el trabajo consume gran parte de nuestras vidas.

Si el trabajar es solo un recurso con un fin — si trabajamos para sobrevivir, por comida, por cosas o por placer futuro — entonces nos convertimos en esclavos del señor Dinero. Sacrificamos lo mejor de nuestras horas, de nuestros días por cosas que no durarán.

“No trabajéis por la comida que perece”, dice Jesús. No dediques tanto tiempo a las cosas que se rompen, se desmoronan o se deterioran.

En cambio, trabaja para Dios. Pon tu corazón en tu trabajo diario. Haz lo mejor que puedas por Él. Ama a tus compañeros de trabajo. Cuida a tus clientes. Defiende la justicia. Apoya a tu empleador.

Otorga gracia. Se paciente y amable. Afina tu oído para escuchar. Presenta a Jesús cuando se abra la puerta. Trabaja de tal manera que acerques el Cielo a quienes te rodean.


Reflexión

¿Cuál es un hábito que puedo adoptar para acercar un poco más a Jesús hacia aquellos con quienes trabajo?


Plegaria

Querido Dios, por favor bendice mis talentos y mis ambiciones para impulsar el trabajo que tienes para mí. Quiero marcar una diferencia duradera en la vida de las personas. Ayúdame a asociarme contigo para enfocar a las personas a una relación eterna contigo. En el nombre de tu Hijo Jesús oro, Amén.