Lo Bueno del Viernes Santo

por Heather Tietz

Lucas 23:33

Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron allí, y á los malhechores, uno á la derecha, y otro á la izquierda.

El Viernes Santo o Good Friday no parece muy bueno desde la perspectiva de alguien que contempla desde afuera.

Después de todo, es la celebración de la muerte de nuestro Salvador, un Salvador que afirmó ser uno con Dios.

Su muerte parecería ser el fin de nuestra religión, porque si el objeto de nuestra adoración está muerto, ¿de qué sirve alabar, esperar u orar?

Sin embargo, a diferencia de cualquier otra religión del mundo, el cristianismo no fue fundado por un profeta, sino por Dios mismo.

Jesús declaró: “Yo soy la Vid Verdadera, el Agua Viva, el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre, sino por Mí”. Él dijo: “Yo y el Padre uno somos”.

Jesús afirmó ser Dios. Y no se puede acabar con Dios. Sanó la lepra, la ceguera, la parálisis, los trastornos hemorrágicos y las extremidades deformes. Ahora Él mostraría que la muerte era como cualquier otra dolencia que Él pudiera curar.

La gente lo crucificó en la cruz donde derramó su sangre por nosotros. Y en la mayor muestra de divinidad de Jesús, probó que podía hacer cualquier cosa, incluso remediar la muerte.

Hoy proclamamos que nuestro Dios tiene poder sobre todas las cosas, incluso sobre la mayor incógnita: la muerte misma. ¡La ha convertido en una puerta al cielo!


Reflexión

¿Cómo puedo hoy agradecer a Dios por Su disposición de morir por mí?


Plegaria

Querido Dios, gracias por Jesús, quien murió en la cruz para salvarme. Gracias porque Su muerte ha abierto para mí una puerta hacia la vida eterna. En el precioso nombre de Jesús oro, Amén.