por Darla Noble
Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe; como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.
Cuando pones tu fe en Dios, Él nunca decepciona.
Cuando Noé tuvo fe en que la advertencia de Dios era real, su vida y la de los miembros de su familia se salvaron.
Dios perdonó la vida de Isaac a cambio de la fidelidad de Abraham.
La fe de Daniel lo protegió de ser devorado por los leones.
La fe de Sadrac, Mesac y Abednego los mantuvo fuera del alcance del calor del fuego.
La fe es lo que permitió a María, soltera y embarazada, resistir el ridículo y el rechazo de familiares y amigos.
La fe es la razón por la cual Santiago, Juan, Pedro, Andrés y los otros discípulos pudieron dejar la seguridad y la familiaridad de sus vidas cotidianas para seguir a Jesús.
La fe le permitió a Pablo soportar un gran dolor y dificultades personales para difundir las buenas nuevas de Jesús a los nuevos creyentes.
La fe nos lleva al pie de la cruz. Allí recibimos la salvación y la esperanza de pasar la eternidad en el cielo con Dios Padre y Jesús el Hijo, el Salvador en quien ponemos toda nuestra esperanza y fe. Jesús nunca decepciona.
¿Cuándo me ha resultado difícil tener una fe fuerte? ¿Por qué? ¿Qué puedo hacer para hacer crecer mi fe y fortalecerla?
Dios que estás en el cielo, gracias por la Biblia que enseña la verdad e ilustra la fe en acción. Gracias por Jesús y sus sacrificios — las razones de mi fe. En el nombre de Jesús oro, Amén.