Honor A Quien Honor Merece

por Darla Noble

Salmos 50:14-15

Sacrifica á Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo. E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.

Se cuenta la historia de dos hombres que afirmaron haber desarrollado una partiular variedad de manzana.

Obviamente uno de ellos estaba mintiendo, pero no fue hasta que el juez pidió a cada uno de los hombres la explicación del proceso que utilizaron para desarrollar esta nueva fruta que se pudo saber quién decía la verdad y quién no. El hombre que merecía crédito por su ingenio y arduo trabajo habló con pasión y gran detalle. La explicación del otro hombre fue vaga, carecía de detalles importantes y utilizó mal una terminología que incluso un botánico novato conocería.

Nunca debemos tener duda sobre el dador de la vida y de todo lo que tenemos. Ese es Dios.

Nunca debemos tener duda sobre quién es el Creador y Maestro del universo. Ese es Dios.

Nunca debemos tener duda sobre quién nos cuida, nos protege, nos consuela y nos colma con su asombroso amor y sus inmensurables bendiciones. Ese es Dios.

El Padre de Mentira (Juan 8:44) puede intentar decirnos lo contrario, pero nosotros sabremos dar el crédito a quien lo merece. ¡Que siempre demos gracias a Dios por sus maravillosos regalos!


Reflexión

¿Por qué estoy agradecido? ¿Cuándo fue la última vez que me tomé el tiempo para darle gracias a Dios por cada cosa en específico?


Plegaria

Gracias, Dios, por lo que eres, por tu gran poder y tu asombroso amor. En el nombre de Jesús oro, Amén.