En medio de una serie de reavivamiento espiritual, el predicador compartió una historia personal de cómo Dios contestó su oración y la de su esposa de una manera maravillosa y sorprendente.

En las primeras etapas de su matrimonio, sus finanzas estaban ajustadas, como es el caso de la mayoría de las parejas jóvenes. Su refrigerador llegó a su fin y necesitaban uno nuevo. Pronto se encontraron con un modelo que satisfacía sus necesidades y llamó su atención con algunas características muy deseables. Costaba $ 600, muy por encima de lo que podían pagar.

El predicador y su esposa oraron fervientemente por la ayuda del Señor. No suministró los $600, pero eso no significa que no respondió a su oración.

Uno de sus amigos les notificó de un refrigerador que estaba disponible a través de una venta privada. Era exactamente el mismo modelo: usado, pero muy apenas, tan cerca de ser nuevo como podría serlo. ¿El precio? ¡Solo $50!

Se regocijaron y alabaron a Dios por la forma en que les proveyó. No suministró $600. ¡Les ahorró $550!

Es bueno tener confianza en la capacidad de Jesucristo para cuidar de nosotros, y es aún mejor llevar nuestra confianza al siguiente nivel y permitirle trabajar mucho más allá de nuestros pensamientos e imaginaciones.