Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado. Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza.
Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado. Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza.