Escucha y Vive

por Ami Hendrickson

Isaías 55:3

Inclinad vuestros oídos, y venid á mí; oid, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes á David.

En febrero de 2018, Amy Martínez, de 12 años, se dirigía a la escuela. De repente, una mujer la agarró, sujetándola fuertemente con un brazo, comenzó a caminar forcejeando con la niña a lo largo de una calle muy transitada esa mañana llena de transeúntes.

“Pensé que ya nunca volvería a ver a mi mamá ni a mi familia”, dijo Amy.

Aterrada, gritó pidiendo ayuda, pero nadie respondió.

Nadie excepto una mujer que acababa de dejar a su hijo en la escuela. Mientras se alejaba manejando su coche, notó que Amy luchaba contra su secuestradora. Se detuvo a su lado.

“¿Te encuentras bien?” preguntó.

Inmediatamente, quedó claro que la situación no estaba bien.

“¡Déjala ir!” gritó la buena Samaritana. “¡Ella es mi hija! La quiero de vuelta. ¡Déjala ir ya!”

Sorprendida por el repentino acercamiento, la novata secuestradora soltó a la niña. Amy corrió hacia la voz que le ofrecía seguridad y subió al auto de su rescatista. Ilesa, más tarde se reunió con su familia mientras la secuestradora era detenida.

Este mundo está lleno de trampas que nos quieren hacer daño. La única forma de escapar ileso es escuchar la voz del Salvador y correr hacia él.


Reflexión

¿Qué me dice hoy Dios? ¿Cómo le responderé?


Plegaria

Eterno y cariñoso Creador, gracias por conocer mi nombre. Gracias por llamarme una y otra vez. Por favor, nunca dejes de llamarme. Ayúdame a escuchar tu voz y a responder apresuradamente hacia tus amorosos brazos. En el nombre de Jesús oro, Amén.