por Pastor Ken
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
La Biblia es para todas las personas en todo momento.
Helen Keller dijo: “A menos que formemos el hábito de a ir a la Biblia en los momentos buenos, así como en los problemas, no podemos responder plenamente a sus consuelos porque carecemos de equilibrio entre la luz y la oscuridad”.
La señorita Keller tenía razón. El mensaje de verdad que es la Biblia ha transformado a billones de personas a lo largo de la historia; trayéndolos a la verdad de quién es Dios, guiándolos a aceptar el regalo de la salvación a través de la muerte de Jesús en la cruz.
Como resultado de su nueva fe, innumerables personas han vivido obediente y abundantemente en las bendiciones que Dios derrama sobre aquellos que le dan su vida.
Cuando leas la Biblia, pídele a Dios que haga que las palabras te hablen y cobren vida en ti. Deja que sus palabras fluyan a través de ti, para revitalizar tu alma y traer esperanza y nueva vida a aquellos con quienes entres en contacto.
Pídele a Dios que permita que las palabras de la Biblia alimenten tu corazón, alma y mente para que puedas entender completamente lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “La gente no vive solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. (Mateo 4:4 NTV).
¿Qué haré para adquirir el hábito de leer la Biblia todos los días? (Algunas sugerencias: * Lee un capítulo de Juan todos los días durante las próximas tres semanas. * Memoriza el Versículo de Inspiración Bíblica Diaria del día todas las mañanas y repítelo durante todo el día. * Lee todo el capítulo que contiene el Versículo del día y anota tus pensamientos al respecto en un diario.)
Querido Dios, por favor dame el deseo de hacer tiempo para leer la Biblia cada día. Dame discernimiento y entendimiento. Abre mi corazón, alma y mente al mensaje y significado de las palabras que leo. En el nombre de Jesús oro, Amén.