por John Michalak
Y respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no necesitan médico, sino los que están enfermos. No he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.
Algunas personas están realmente enfermas, sin embargo tú nunca lo sabrías.
Pueden sufrir cáncer o un dolor crónico, pero ocultan el hecho de que están enfermas a quienes las rodean.
Algunos están enfermos y ellos mismos no lo saben. Sus síntomas pueden ser obvios para los demás, pero viven negando su enfermedad.
Jesús relacionó la enfermedad física con el pecado.
Dijo que su misión era realizar una “remedio espiritual” en aquellos que sufren en el pecado. También dijo que no podía tratar a las personas que pretendían estar sanas cuando en realidad no lo estaban.
La verdad es que todos estamos espiritualmente enfermos y necesitamos de un médico. Pero ningún médico puede tratarnos si primero no admitimos nuestra enfermedad y programamos una cita para verlo.
¿Te da temor ir al médico? ¿Sabes que eres pecador, pero ocultas tu debilidad a los demás? ¿O simplemente asumes que estás sano y que ningún pecado habita en ti?
Jesús quiere sanar tus enfermedades, tanto físicas como espirituales. No te avergüences de buscar la medicina divina que cada uno de nosotros necesita.
¿Podría estar padeciendo áreas de enfermedad espiritual de las cuales no estoy consciente? Acudiré a Dios en oración ahora mismo, pidiendo su diagnóstico y tratamiento.
Querido Señor, por favor muéstrame dónde puedo estar espiritualmente enfermo. Dame la humildad para buscar tu mano sanadora. Me arrepiento de mis pecados. Por favor sáname y hazme integral. En el nombre de Jesús oro, Amén.