¡Ya es hora de que cantes!

¿Por qué? ¡Porque Dios te creó y te ama! Eres el precioso tesoro de Dios. Eres su obra maestra única. El profeta Sofonías nos dice que Dios, que es poderoso y nos salva, nos ama tanto que se regocija sobre nosotros con cánticos (Sofonías 3:17).

Dios está rodeado de ángeles que le cantan, elevando sus voces perfectas y sin pecado en alabanza. Sin embargo, hay una canción que Él valora más que la canción de los ángeles: la tuya.

“Cantadle alabanzas. Habla de todas sus maravillosas obras. Gloria en su santo nombre…” (1 Crónicas 16:9-10).

Treinta y seis Salmos hablan de cantar alabanzas a Dios. (Ver el Salmo 9, 30, 47 y 68 para leer algunos hermosos ejemplos poéticos).

En el Nuevo Testamento, Romanos 15:9, Hebreos 2:12 y Santiago 5:13 alientan a los creyentes a cantar alabanzas a Dios.

Dios quiere que seas bendecido, próspero, exitoso, fuerte, creativo, enfocado, confiado, seguro, talentoso y disciplinado porque eres Su hijo muy favorecido.

Cuando cantas y ofreces alabanzas a Dios, experimentarás Su presencia. ¡Te dará confianza para reclamar el presente y el futuro que Él ha diseñado para ti! ¡Así que levanta tu voz y canta!