por Darla Noble
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
La agricultura es un trabajo duro. Los días de pago de un agricultor son estacionales. Se mire como se mire, terminará con ingresos erráticos y gastos mensuales fijos. No siempre es fácil.
Confieso que a lo largo de los años he sido mezquina en ocasiones. No le di nada a Dios en primer lugar por asegurarme de tener lo que necesité para los regalos de Navidad de mis hijos, los útiles escolares y otros pequeños extras que conlleva tener una familia numerosa. ¿Sabes qué? Esos tiempos SIEMPRE fueron más estresantes emocional, espiritual y financieramente que cuando di por primera vez.
Así que un día decidí que iba a intentar diezmar sin falta. Pensé que si confiaba y creía en su promesa de vida eterna a través de Jesús (lo cual hago), entonces también confiaría en Él en esto.
Desde entonces, he dado más allá de mi diezmo y NUNCA me ha faltado. Ni una sola vez. ¡Dios ha dado bendición abundantemente! De hecho, he tenido menos estrés financiero que cuando lo hice a mi manera.
Adelante. Prueba a Dios y ve lo que Él hará. Asóciate con Él en tus finanzas. Como Él dice, devuélvase la décima parte de sus bendiciones. Luego reclama las bendiciones que Él promete.
¿De qué manera el diezmo podría ser una bendición de Dios? ¿Cómo me siento en cuanto a esta bendición? ¿Lo he experimentado yo mismo? ¿Por qué sí o por qué no?
Querido Señor, todo lo bueno que tengo proviene de ti. Gracias por tu promesa de bendecirme y suplir mis necesidades. Ayúdame a confiar en esta promesa y recibir las bendiciones que tienes para mí. En el nombre de Jesús oro, Amén.