Puedes ser osado y atrevido cuando permites que Jesús sea el número uno en tu vida. Entonces nada podrá interponerse en tu camino. Incluso las personas que conspiran activamente contra ti fracasarán.

Esto no quiere decir que la gente no intentará derribarte. Tampoco significa que nunca lastimen tus sentimientos o que experimentes dolor o momentos difíciles. Pero sí significa que no debes tener miedo porque Jesús siempre mejorará las cosas.

Daniel sabía exactamente de qué estoy hablando.

Fue osado y lleno de audacia cuando el rey firmó un decreto que decía que cualquiera que orara a Dios moriría. En lugar de tener miedo, Daniel puso toda su confianza en Dios. Sí, Dios fue su ayuda. Nadie, ni siquiera los astutos políticos que rodeaban a Daniel, podía vencer a Dios. (Lee sobre el rescate divino de Daniel en Daniel 6.)

Daniel es sólo uno de una larga lista de personas que vivieron una vida de audacia porque confiaron en que Dios estaría allí para ayudarlos.

¿Por qué no poner tu nombre también en la lista y dejar que Dios sea TU auxiliador?