Tu Lugar Más Seguro

por John Michalak

Salmos 16:8-9

A Jehová he puesto siempre delante de mí: Porque está á mi diestra no seré conmovido. Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria: También mi carne reposará segura.

Es duro tener un hijo enfermo.

La enfermedad trae fiebre alta, secreción nasal y funciones corporales aún más desordenadas, gemidos y llantos constantes. Simplemente oras por la curación y el regreso a la normalidad.

Los niños enfermos suelen ser pegajosos y quieren que los abracen. Debido a que su mundo está patas arriba, el lugar más seguro está entre tus brazos.

Todos necesitamos sentirnos seguros. Y cuando falta seguridad, la mayoría de nosotros no podemos funcionar. Se dice que una vaca asustada no da leche. Una tortuga amenazada se esconderá en su caparazón. Cuando estamos enfermos, cansados o hambrientos, con exceso de trabajo o estresados, cuando no hay dinero, cuando no tenemos a nadie con quien hablar o consolarnos, no nos concentraremos en lo que es bueno, no nos comportaremos en la manera en que estamos destinados a comportarnos.

El rey David entendió que una gran clave para la fidelidad y la obediencia a Dios es saber que con Él siempre podemos sentirnos seguros y protegidos. Incluso cuando estamos “enfermos” de pecado y nuestro mundo está patas arriba, podemos aferrarnos a Él como un niño enfermo y encontrar curación en Sus brazos.

Considera tu comportamiento. ¿Parte de esto se debe a la falta de seguridad? Aférrate a Dios en tus momentos de dificultad. Deja que Él se convierta en tu lugar más seguro. ¡Entonces tu corazón se regocijará!


Reflexión

¿Qué ansiedades e inseguridades me agobian? Mi primera prioridad todos los días será poner al Señor delante de mí y permitir que Su presencia guíe mis acciones.


Plegaria

Querido Dios, por favor ayúdame a tenerte en primer lugar y ante todo en mi vida. Me aferro a Ti, alabandote por todo lo bueno con lo que me has bendecido. Gracias por tu amor duradero. En el nombre de Jesús oro, Amén.