por John Michalak
¿Cómo, pues invocarán á aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique?
El arma de destrucción más poderosa del mundo es la bomba nuclear
La bomba utiliza la fisión — que separa permanentemente los átomos que debían estar juntos — y los destruye a través de una reacción en cadena. La separación de un átomo separa a otro átomo, y así sucesivamente, liberando un nivel de energía y poder que desola todo lo que se encuentra en su camino.
Jesucristo comenzó una vez su propia reacción en cadena, pero no una que destruye. A través de sus palabras y su sacrificio en la cruz, liberó la fuerza positiva más poderosa para el bien que el mundo jamás conocerá en una ola de impacto que continúa creando nueva vida.
Tú juegas un papel en esta reacción en cadena.
Jesús habló su Palabra a los apóstoles, ellos la hablaron a otros, y de alguna manera, a lo largo de los siglos, finalmente te llegó a ti.
Con la nueva vida que se te ha dado, lo más natural es decírselo a los demás, para continuar con esta reacción en cadena, para enviar ondas de choque de vida eterna por todo tu vecindario y tu mundo.
Entonces, reacciona apropiadamente a la nueva vida que se te ha dado. Pasa su Palabra a aquellos que tan desesperadamente necesitan escuchar las Buenas Nuevas.
¿Alguna vez me he sentido inseguro en compartir el amor de Cristo con los demás? ¿Cómo se me ha compartido su amor? ¿Cómo puede esto ayudarme a empoderarme para continuar la reacción en cadena con aquellos que conozco?
Querido Señor, estoy muy agradecido con aquellos que hicieron posible que yo escuchara las Buenas Nuevas de tu amor. Ayúdame a devolverlo, diciéndoles a aquellos con quienes me relaciono acerca de las cosas maravillosas que has hecho. En el nombre de Jesús oro, Amén.