Solomon ya sabía lo que los investigadores del Framingham Offspring Study descubrieron hace apenas unos años: los hombres casados son más sanos que los solteros.

En Proverbios, Salomón da una palabra de sabiduría a los jóvenes de su época. “Busca esposa. No escojas a la ligera; profundiza.”

Él sabía que hay mucha gente en el mundo, pero una esposa no es tan fácil de encontrar.

Desde el principio, Dios supo que no era bueno que el hombre estuviera solo (Génesis 2:18). Piensa en esto: un jardín hermoso, comida al alcance de Adán, animales que disfrutar y Dios mismo con Él. Sin embargo, vio que algo faltaba.

Adán no tenía a nadie con quien compartir las maravillas de Dios, ni manos que lo ayudaran, ni rostro físico con quien conversar. Entonces Dios creó la unión en matrimonio. Vio una necesidad en Adán y diseñó la solución perfecta. La Biblia dice: “Más valen dos que uno, porque obtienen buen resultado de su trabajo” (Eclesiastés 4:9). El matrimonio está diseñado para ayudar a ambas personas involucradas a tener éxito.

En última instancia, el matrimonio es un reflejo de la relación de Dios con su iglesia.

Él nos llama “su novia”. Si le hemos dicho “Sí”, Él está comprometido con nosotros “en las buenas o en las malas ”.