Nuestro Maestro Constructor

por John Michalak

1 Crónicas 28:20

Dijo más David á Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y ponlo por obra; no temas, ni desmayes, porque el Dios Jehová, mi Dios, será contigo: él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.

Algunas personas son hábiles en la construcción, pero para muchos (incluyéndome a mí), que nos pidan ayuda para construir cualquier cosa nos llena de temor y ansiedad.

En el versículo de hoy, David le pide a Salomón que construya el templo de Dios. Quizás Salomón sintió algo de temor y ansiedad. Pero, al encargar a Salomón, David también lo equipó. ¿Cómo? Asegurándole que Dios estaría con él para ver la obra completada.

Tal estímulo no era nada nuevo.

Moisés le dijo a Josué que fuera fuerte y valiente en la “edificación” de la nación de Israel en la Tierra Prometida, diciendo que Dios estaría con él. Jesús envió a sus discípulos a construir el Reino de Dios con su autoridad, prometiéndoles que estaría siempre con ellos.

¿Qué te ha encargado Dios que construyas? ¿Un nuevo caracter? ¿Una acción compasiva por alguien que sufre? ¿Una iglesia local o un ministerio, tal vez?

Incluso aquellos expertos en construcción espiritual pueden sentir algo de temor cuando se enfrentan a un proyecto de construcción audaz. Pero nada ha cambiado. Este Dios de la creación, nuestro Maestro constructor, estará contigo cuando martilles ese primer clavo hasta que tu construcción espiritual esté completa.


Reflexión

¿Cuáles son algunas cosas que Dios me ha enviado a construir en su Reino? ¿Con qué frecuencia oro por fortaleza, valor y por su presencia para verlas completadas?


Plegaria

Santo Señor, por favor dame fuerza y valor para ayudar a construir tu Reino aquí en la tierra. Ayúdame a seguir diligentemente tus instrucciones. Que nunca olvide que yo, como todos tus hijos, soy una obra en progreso. En el nombre de Jesús oro, Amén.