Hablando Con Dios

por David Haase

Salmos 86:6-7

Escucha, oh Jehová, mi oración, Y está atento á la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré: Porque tú me respondes.

Puedo recordar mucho antes de que la responsabilidad entrara en mi vida.

Nunca me di cuenta de que existía una hipoteca. Encender las luces y no apagarlas mientras pasaba por nuestra casa no tenía importancia para mí.

Mis problemas eran de lectura, escritura y aritmética. La oración no era una parte importante de la vida de mi familia. Si oraba, mis peticiones eran para que Dios me ayudara a obtener una calificación aprobatoria. Eso era todo lo que me importaba.

Puedo recordar a mi padre diciendo: “Puedes hacerlo mejor. ¡Ni siquiera lo estás intentando! Estaba haciendo lo justo para salir adelante y poder correr y jugar o ponerme los guantes de boxeo.

A medida que fui creciendo, mis responsabilidades cambiaron. Ahora pago la hipoteca y las facturas de luz y calefacción, entre otros. Suministrar suficiente comida para nuestra familia es una parte importante de mis responsabilidades. Mis necesidades también han cambiado.

Mis valores cristianos pasaron de simplemente creer, a estar en una relación con mi Dios. A medida que maduró mi creencia, también lo hicieron mis peticiones. Hablo con Dios de todo, pidiéndole Su fuerza, Su amor, Su guía.

El Salmo 86:6-7 nos da fuerza en nuestra vida hoy. No importa dónde estemos en nuestra relación con Dios, Él nos ha dado Su gracia a través del poder de Jesucristo nuestro Señor.


Reflexión

¿Cómo ha cambiado mi vida y mi relación con Dios? ¿De qué hablaré con Dios hoy?


Plegaria

¡Hola, Dios! ¿Podemos hablar hoy? Gracias por todas las bendiciones en mi vida. Por favor, dame la fuerza para difundir el poder de Tu gracia con mis palabras. En el nombre de Jesús oro, ¡Amén!