El versículo de hoy es un mandamiento de Dios en dos partes.

La primera parte nos dice que creamos. Cuando creemos en algo, lo aceptamos como verdad. Por lo tanto, cuando “creemos en el nombre del Hijo [de Dios], Jesucristo”, aceptamos que Jesús y Sus enseñanzas son verdaderas.

La segunda cosa que Dios ordena en este versículo es “amarnos unos a otros”. ¿Qué significa eso?

1 Corintios 13:4-7 lo explica perfectamente:

“El amor es paciente, el amor es bondadoso. No tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso. No deshonra a los demás, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no lleva registro de los errores. El amor no se deleita en el mal sino que se regocija con la verdad. Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera”.

Por lo general, es fácil amar a nuestros amigos y familiares, pero las personas que no nos gustan son otra historia. ¿Cómo los amamos? Reflexionando sobre lo que Jesús hizo por nosotros.

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

Entonces, la próxima vez que alguien te haga enojar, perdónalo. La próxima vez que alguien te haga daño, perdónalo. La próxima vez que alguien haga algo que no te gusta, perdónalo. Más que eso, ámalos porque Jesús te ama.