La Prosperidad De Dios

por Heather Tietz

1 Crónicas 22:13

Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y derechos que Jehová mandó á Moisés para Israel. Esfuérzate pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.

Prosperidad. ¿Cómo la define Dios?

A lo largo del Antiguo Testamento, Dios repetidamente ofreció prosperidad a su pueblo.

En Deuteronomio, Josué, 1 Reyes, 2 Crónicas y Salmos, prometió a los israelitas una riqueza de buen vivir: seguridad, lluvia adecuada, cosechas abundantes, úteros sanos, múltiples hijos, trabajo productivo y larga vida.

Estas bendiciones fueron suyas siempre y cunado obedecieran todas las leyes y ordenanzas que Moisés les había entregado. Este fue el pacto de Dios con ellos. Pero a lo largo del Antiguo Testamento, los israelitas se mantuvieron rompiendo su parte del pacto. A su vez, Dios les quitó la prosperidad.

Entonces vino Jesús.

Dios comenzó su nuevo pacto. El pacto de Dios con nosotros ahora es nuestro amor a cambio del suyo. Nos comprometemos a amar a Jesús y Dios se compromete a cuidar de nosotros, ahora y por la eternidad.

Dios nos ofrece una vida abundante; rebosante de todo lo que Él considere mejor para nosotros. Su bondad puede tomar la forma de dinero, hijos, propiedades, salud, trabajo o cualquier otra cosa que haga crecer nuestro espíritu y nos acerque a Él.

En lo exterior, la prosperidad de Dios puede parecer diferente de un cristiano a otro. Pero por dentro, Él está enriqueciendo nuestro espíritu, conduciéndonos a la rica recompensa del cielo.


Reflexión

¿Qué prosperidad ofrece Dios a los cristianos hoy? ¿Me siento un receptor de eso?


Plegaria

Querido Dios, gracias por tu Palabra, que me anima cuando la necesito. Gracias por tu promesa de vida abundante. Sólo tú tienes la llave de mi prosperidad. En el nombre de Jesús oro, Amén.