por Ami Hendrickson
Asi que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.
A partir del año 2013, el Programa de Investigación Humana de la NASA organizó seis estudios a largo plazo diseñados para investigar varios efectos en los humanos de un viaje a Marte: la Simulación y la Exploración Espacial Análoga de Hawaii (HI-SEAS).
HI-SEAS IV comenzó el 28 de agosto de 2015 y duró un año completo. La tripulación de seis personas compartió una cúpula de energía solar de 1200 pies cuadrados en la ladera de un volcán hawaiano, sin contacto físico con el mundo exterior.
Una parte importante del estudio monitoreó cómo los participantes pudieron interactuar entre sí durante largos períodos de aislamiento. De especial interés fue cómo se llevaban y cómo resolvían los inevitables conflictos que surgían.
La física alemana Christiane Heinicke participó en la misión. Sorprendentemente, atribuyó a las emergencias la resolución de algunas tensiones interpersonales.
“Si tenía algunos argumentos”, dijo, “realmente ayuda tener una emergencia para trabajar juntos porque todos tienen una nueva motivación”.
Los científicos de HI-SEAS dieron literalmente un año de sus vidas como sacrificio vivo. Soportaron dificultades e incomodidades para promover una causa en la que creían.
De manera similar, Dios nos llama a darnos a nosotros mismos para promover Su causa. Cuando vivimos nuestras vidas a Su servicio, sacrificando las cosas mezquinas, vanas y de corto plazo de la Tierra, Él promete bendiciones fuera de este mundo como nuestra recompensa eterna.
¿Qué servicio espiritual me pide Dios? ¿Cómo me convertirá esto en un “sacrificio vivo”?
Dios todopoderoso, a Ti me dedico en cuerpo y alma. Por favor, ayúdame a sacrificar las cosas que me están frenando. Ayúdame a vivir mi vida sólo para Ti. En el nombre de Jesús oro, Amén.