“Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.”, escribió David (Salmo 22:10).
Cada nuevo bebé es un hijo de Dios. Y cada cumpleaños nos da la oportunidad de pasar a otro acercándonos más a nuestro Salvador, ¡qué razón para celebrar!
Mi futuro está en las manos amorosas de Dios
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Mi cumpleaños espiritual es aún más importante que mi cumpleaños físico
Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Celebrar los cumpleaños con nuestros seres queridos es una tradición antigua y de alegría
E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban á llamar sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
Un solo nacimiento esperado con entusiasmo puede cambiarlo todo
Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
El temor del SEÑOR trae sabiduría y larga vida
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; Y la ciencia de los santos es inteligencia. Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán.
Un cumpleaños es un momento de regocijo
La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; mas después que ha parido un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
Con la edad viene la sabiduría
Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.
Cada bebé es especial; Dios tiene planes para todos
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.
Dios ha estado conmigo desde mis inicios y estará conmigo hasta el final
Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho. No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Existo por una razón y tengo un propósito
Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.
Toda vida tiene buenos y malos momentos; regocíjate de estar vivo
Suave ciertamente es la luz, y agradable á los ojos ver el sol: Mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado alegría; si después trajere á la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad.