En el reino de Dios, la pureza es una actitud del corazón hacia el Todopoderoso.

Dios es puro. Nada tóxico puede corromperlo. Su amor por su creación es puro, profundo y permanente.

En Mateo 5, después de ver la gran multitud, Jesús sube a la montaña, se sienta y comienza a compartir las llaves del reino de Dios. En su sermón, habla de bendiciones y formas en que las personas pueden acceder a estas bendiciones.

En el versículo ocho, dice que los de corazón puro verán a Dios. ¿Cómo define Jesús puro cuando nadie en la tierra está libre de pecado?

Dado que Romanos 3:23 nos dice que todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, sabemos que Dios define la pureza como nuestra actitud hacia Él, no nuestra impecabilidad.

Un corazón puro trae consigo muchas bendiciones. Una persona cuyo corazón es puro ante Dios es una persona que vive en una relación sincera con Él. La bendición de un corazón puro se encuentra en una relación íntima con Dios.

Luego, a medida que nos acercamos a Dios y nos alejamos del pecado, tenemos la bendición de ver a Dios bajo una luz completamente nueva porque si somos honestos y abiertos a Dios, Él se revela a nosotros y nos acerca a su corazón de pureza divina.