Mi reconocimiento de todo corazón por los actos bondadosos de Dios hacia mí me empodera para perdonar y mostrar amor a los demás. La bondad de Dios me permite lidiar con los conflictos en el trabajo. Él es el modelo de la relación perfecta, ayudándome a llevarme bien con familiares, amigos e incluso con extraños.
Dios usa mi bondad para difundir el gozo de Cristo.
El perdón de mis pecados por Dios me da poder para ser amable con los demás
Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.
Los actos amables se pueden recordar y transmitir
Y díjole David: No tengas temor, porque yo á la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonathán tu padre, y te haré volver todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre pan á mi mesa.
Cuando recuerdo la bondad de Jesús hacia mí, puedo ser amable con los demás, incluso con mis enemigos
Amad, pués, á vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Las mujeres sabias enseñan con bondad
Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua.
La bondad es un sello de mi salvación
Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
El amor centrado en Cristo es bondadoso
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha; No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Debeía hacer el bien a todos, en particular a mis hermanos en Cristo
Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.
Mi amabilidad hace que los demás quieran estar cerca de mí
Contentamiento es á los hombres hacer misericordia: Pero mejor es el pobre que el mentiroso.
Mis acciones amables demuestran mi amor por los demás
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.