“Para todo hay un tiempo, y un tiempo para todo propósito debajo del cielo” (Eclesiastés 3: 1 WEB). Dios es omnipotente y eterno, sin embargo todo ser humano vive con el conocimiento de que nuestros días están contados.
Si bien es cierto que aquellos que han aceptado el sacrificio de Jesús en la cruz esperan la vida eterna, hasta que él venga de nuevo, solo tenemos el poco tiempo que se nos ha asignado en la tierra para difundir las Buenas Nuevas acerca del reino de Dios.
Dios hace que todo sea hermoso y su tiempo es perfecto
Todo lo hizo hermoso en su tiempo: y aun el mundo dió en su corazón, de tal manera que no alcance el hombre la obra de Dios desde el principio hasta el cabo.
No se espera que la humanidad comprenda los tiempos de Dios
Y les dijo: No toca á vosotros saber los tiempos ó las sazones que el Padre puso en su sola potestad.
Dios es eterno y gobierna sobre el tiempo
Y Daniel habló, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglo hasta siglo: porque suya es la sabiduría y la fortaleza: Y él es el que muda los tiempos y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría á los sabios, y la ciencia á los entendidos.
El tiempo de Dios es un misterio para la humanidad
Empero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba: Porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche.
Seguir la ley de Dios es una forma de extender mi tiempo en la tierra
Y díjoles: Poned vuestro corazón á todas las palabras que yo os protesto hoy, para que las mandéis á vuestros hijos, y cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley. Porque no os es cosa vana, mas es vuestra vida: y por ellas haréis prolongar los días sobre la tierra, para poseer la cual pasáis el Jordán.
Ahora es el momento de invocar a Dios y permitirle que me ayude y salve
En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salud te he socorrido: he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud.
Confío en Dios todo el tiempo
Mas yo en ti confié, oh Jehová: Yo dije: Dios mío eres tú. En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.
Jesús sabía que su tiempo en la tierra era finito; Él es mi modelo a seguir
Conviéneme obrar las obrar del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar.
Siempre hay tiempo, cada día, para alabar a Dios
Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia.
No debo esperar; el momento de actuar a favor de Dios es ahora
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos. La noche ha pasado, y ha llegado el día: echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz.
Dios no está limitado por el tiempo como nosotros
Mas, oh amados, no ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Solo Dios sabe cómo y cuándo terminará el tiempo
Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días. Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo.
Mis planes de mi tiempo pueden no ser los planes de Dios
No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.