por Heather Tietz
En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido.
Los científicos han determinado de manera concluyente que las amistades sólidas reducen el estrés y previenen las enfermedades.
Incluso en el reino animal, los chimpancés y los caballos que tienen una red más amplia de amigos tienden a vivir más y disfrutar de mejor salud que sus homólogos más aislados. Un estudio de loros grises africanos reveló que los loros que hacen vida social envejecen menos; en realidad, su ADN se descompone más lentamente si tienen uno o dos amigos.
Los amigos y la familia son instituciones creadas por Dios que hemos necesitado desde la creación.
Dios entregó a Adán y a Eva el uno al otro. Jesús envió a los discípulos en grupos de dos. Pablo mandó a la iglesia que se reuniera regularmente. Fomentó las amistades. “Estimúlense unos a otros al amor y a las buenas obras”, dijo (Hebreos 10:24).
Jesús añadió que cuando dos o más se reúnan en su nombre, Él estaría allí (Mateo 18:20). Incluso Dios mismo es una Deidad triuna.
Los amigos y la familia, por imperfectos que sean, se necesitan unos a otros. Abraza a alguien cercano. Acércalos a tu vida.
Reduce tu ritmo cardíaco, baja tu presión arterial, aumenta tu actividad nerviosa, estimula tu sistema inmunológico… sé un amigo.
Enumeraré algunos amigos cercanos. ¿Cómo puedo mejorar mi relación con ellos?
Señor Dios, gracias por las relaciones que disfruto con tus hijos. Ayúdame a recordar que todos somos parte de tu reino y que tú nos amas a todos por igual. Que pueda ser una bendición para los demás, especialmente para aquellos que aún no saben que tú eres su amigo. En el nombre de Jesús oro, Amén.