La Gracia No Es Una Venda En Los Ojos

por Darla Noble

Juan 1:17

Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha.

Dios le dio la Ley a Moisés y a los israelitas por muchas razones.

La ley proporcionó medidas de seguridad sanitaria e higiénica, estableció un sistema judicial equitativo y justo, proporcionó un código de ética y normas morales, estableció límites (tangibles e intangibles) y demostró que sin un Salvador Redentor, no es posible que entremos en el presencia de Dios. Nuestro pecado es enorme y extremedamente imposible de resolverlo por nosotros mismos.

A menudo, no obstante, las personas optan por reconocer solo esa última razón — nuestra necesidad de un Salvador. Ahora bien, aunque realmente no diría que esta es la razón más importante, ni tampoco la única razón. Ya que Dios consideró apropiado incluir estos otros elementos, debemos darles la atención y la obediencia que merecen.

Jesús fue inflexible al decir que él no vino a abolir la Ley, sino a cumplirla; lo que significa que él fue (y sigue siendo) el Salvador Redentor; quitando la necesidad de sacrificios.

Pero los aspectos de salud/higiene, judiciales y morales y éticos de la Ley permanecieron en su lugar. El asesinato, el incesto, la codicia, el adulterio, el robo, el engaño… todas estas cosas siguen estando mal.

Todavía estamos sujetos a obedecer la Palabra y la Ley de Dios. Pero alabado sea Dios, que se nos ha dado el regalo de la vida eterna con Dios y Jesús por la gracia de Dios. Eliminó las barreras entre él y nosotros que eran imposibles de romper por nosotros mismos.

Así que no desestimes la Ley como nada. Piensa que mucho de esto se traslada al Nuevo Testamento y a la doctrina de la Iglesia.

Sólo sé sabio en oración; teniendo cuidado de saber que eres salvo por la gracia de Dios a través de la obediencia fiel y la adoración.


Reflexión

¿Qué áreas de mi vida necesito entregar a Dios en completa obediencia?


Plegaria

Querido Dios, gracias por tu Hijo, Jesús. Gracias por el regalo de la salvación. Ayúdame a honrar ese regalo siendo obediente y fiel a tus mandamientos. En el nombre de Jesús oro, Amén.