por Beatrice Jean-Baptiste
Del Dios de tu padre, el cual te ayudará, Y del Omnipotente, el cual te bendecirá Con bendiciones de los cielos de arriba, Con bendiciones del abismo que está abajo, Con bendiciones del seno y de la matriz.
Jacob estaba al borde de la muerte y llamó a sus hijos para que lo rodearan.
Uno a uno, dividió el corazón con cada hijo. Cuando fue el turno de José de recibir las últimas palabras de su padre, Jacob lo colmó de bendiciones. Una bendición era algo más que buenos sentimientos. En aquel entonces, las bendiciones familiares tenían peso. Jacob deseaba que José fuera bendecido en gran manera y en abundancia.
No quiso escatimar nada para bendecir a José porque José había experimentado un gran dolor y ahora había llegado su momento de triunfo.
Jacob invocó las bendiciones del mismo Dios que bendijo su vida a pesar de sus defectos. Él fue beneficiado con esas bendiciones y quería que su hijo fuera bendecido más allá de lo que él lo había sido. Jacob había perdido años en la vida de su hijo y ahora que había llegado al final de su viaje, quería que su hijo disfrutara de una buena vida.
La Biblia es clara. Tu Padre celestial desea bendecirte. Dios quiere colmarte de su favor y protección para que tu vida esté rodeada de bendiciones. A pesar de los obstáculos que puedas enfrentar, Dios promete darte la victoria y rodearte de bendiciones de lo alto, de lo bajo y de todas partes.
¿Cómo puedo ser más consciente de las bendiciones de Dios en mi vida?
Querido Dios, te alabo porque cada promesa de Dios en Jesucristo es “Sí” y “Amén”. Gracias porque estoy rodeado de bendiciones de lo alto, de en medio, de abajo y de todas partes. En el nombre de Jesús oro, Amén.