La Búsqueda De La Pureza

por Heather Tietz

Salmos 119:9

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Las personas a lo largo de la historia y en todo el mundo han luchado con la idea de la pureza.

Algunos lo han buscado haciendo juramentos de silencio, o ayunando extensamente, uniéndose a monasterios o usando ropa que los distingue. Otros han abrazado el hedonismo, eligiendo el placer sobre la pureza. Aún otros han insistido en que el placer en sí era puro.

Las personas temerosas de Dios han tenido conflictos a veces en su búsqueda de la pureza.

El rey Salomón preguntó retóricamente: “¿Quién puede decir: ‘He purificado mi corazón’. ¿Estoy limpio y sin pecado?’” (Proverbios 20:9), mientras que el profeta Isaías señaló que “nuestra justicia es como vestido inmundo” (Isaías 64:6). Incluso el apóstol Pablo dijo: “Sé que nada bueno mora en mí. Quiero decir, nada bueno vive en mi cuerpo. Quiero hacer el bien, pero no puedo hacerlo” (Romanos 7:18).

Y, sin embargo, Jesús dijo: “Dios hace felices a los que tienen un corazón limpio. Verán a Dios” (Mateo 5:8).

Es apropiado que David tenga la respuesta a nuestras preguntas sobre la pureza (ver el versículo de hoy). Aunque estaba lejos de ser perfecto, era un hombre conforme al corazón de Dios. Y fue al buscar el corazón de Dios que su corazón se limpió.


Reflexión

Tómate un tiempo para leer más del Salmo 119. ¿Qué palabras usó David para expresar su necesidad de pureza? ¿Qué puedo aprender sobre la pureza de mi corazón en este pasaje?


Plegaria

Querido Señor, límpiame y hazme puro. Nada de lo que pueda hacer por mi cuenta vale la pena. Por favor, ayúdame a vivir para que la gente pueda verte en mí. En el nombre perfecto de Jesús oro, Amén.