En Las Manos De Dios

por Darla Noble

Proverbios 3:21-24

Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo; Y serán vida á tu alma, Y gracia á tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. Cuando te acostares, no tendrás temor; Antes te acostarás, y tu sueño será suave.

¿Has experimentado alguna ocasión en la que un niño te toma de la mano cuando está asustado, inseguro o necesita que alguien afirme sus pasos?

Yo sí, y puedo decirte que no hay muchas cosas que te conmuevan tanto como que un niño te necesite: saber que está poniendo su confianza en ti.

Entonces, ¿qué hago en momentos como así?

Yo los protejo.

Los afirmo.

Los reconforto.

¿Y por qué no hacerlo? Amo a mis hijos más que a la vida misma.

¡El amor de Dios por nosotros es ese mismo tipo de amor (si puedes imaginarlo), pero de una magnitud aún mayor! Él siempre está allí para protegernos, instruirnos, afirmarnos, guiarnos y confortarnos en su presencia.

Cuando pones tu mano en la de Él y le confías tu corazón, Él estará allí las 24 horas del día, los 7 días de la semana y nunca más tendrás que temer o sentirte solo.


Reflexión

¿He experimentado un “tropiezo” espiritual? ¿Qué factores llevaron a ello? ¿Cómo encontré mi camino de nuevo?


Plegaria

Querido Señor, por favor permíteme sentir tu presencia hoy. Dame un corazón que busque cada día tu voluntad para mi vida. Ayúdame a mantener siempre mi mano en la tuya. Por favor, bendíceme con un dulce sueño esta noche, seguro en tus brazos. En el nombre de Jesús oro, Amén.