Levantemos A Nuestros Líderes

por Heather Tietz

1 Timoteo 2:1-2a

AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres. Por los reyes y por todos los que están en eminencia.

El emperador de Japón fue tratado como una divinidad durante siglos.

Durante un tiempo, a sus súbditos ni siquiera se les permitió mirarlo directamente. Esa creencia cesó después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, todavía había grandes límites sobre cómo la gente se acercaría a él.

En el año 2013, mientras asistía a una fiesta en el Palacio Imperial de Tokio, un legislador novato entregó una carta al emperador. Aunque simplemente estaba tratando de provocar simpatía por una fuga nuclear que afectaba a los niños, lo hizo de la manera equivocada.

Al ignorar cientos de años de leyes sociales, se le prohibió volver a estar en la presencia imperial.

Nuestros legisladores, nuestros líderes no siempre tienen los oídos abiertos. Pero, gracias a Dios; Él sí lo hace. Me encanta el Salmo 116:2, que dice: “Dios inclina su oído hacia nosotros”. Él siempre está abierto a nuestras súplicas y puede mover esas montañas que los políticos no quieren o no pueden.

Así que, sí, pide a tus líderes. Pero, también, asegúrate de pedir a Dios a favor de ellos. Los líderes piadosos necesitan su sabiduría. Los líderes impíos necesitan su mano de corrección. Tal vez, como algunos de los gobernantes malvados de la Biblia, ellos también descubrirán que deben doblegarse ante el Dios del universo.

Ora para que Dios use a los grandes líderes de nuestro mundo para hacer su voluntad.


Reflexión

¿Qué líderes están en mi corazón? ¿Sobre qué en específico siento que debería orar por ellos?


Plegaria

Querido Dios, por favor dales a nuestros líderes sabiduría especial como le diste a Salomón, para que puedan glorificarte. En el nombre de Jesús oro, Amén.