La Razón Por La Que Estás Aquí

por John Michalak

Gálatas 6:9-10

No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado. Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.

¿Cuándo realmente las personas entienden el propósito de la vida?

¿Es cuando se gradúan de la escuela secundaria o de la universidad? ¿Cuándo consiguen su primer trabajo? ¿Será cuando finalmente tienen suficiente dinero para jubilarse y viajar por el mundo?

Algunos podrían responder “sí” a estas posibilidades, pero para la mayoría de nosotros, nuestro propósito, nuestra misión, generalmente se descubre cuando hacemos lo que es bueno para los demás.

Considere el propósito que se refleja en los ojos de un padre cuando sostiene a su primer hijo en brazos. Ahora tiene una misión que da sentido a la vida: proteger el bienestar de los suyos de carne y sangre.

¿O qué tal el cosquilleo en el corazón de una madre mientras prepara la cena de Acción de Gracias para su creciente clan de hijos y nietos? Ella conoce desde hace mucho tiempo su propósito.

O tú. Quizás hayas descubierto el significado de la vida mientras trabajabas como voluntario en la iglesia, mientras ayudabas a un hombre sin hogar o mientras consolabas a un amigo en duelo.

Hay muchísimas oportunidades para hacer el bien a los demás. No desistas de descubrir y redescubrir la razón por la que Dios te puso aquí.


Reflexión

¿Puedo recordar un momento cuando hacer el bien por otra persona me dio un sentido de propósito? ¿Cómo se sintieron estas experiencias? ¿Qué me enseñó Dios?


Plegaria

Querido Señor, por favor recuérdame la oportunidad siempre presente de hacer el bien a los demás. Ayúdame a confiar en ti para recibir fuerzas cuando me canse. Sólo tú eres mi fuerza y mi escudo. Ayúdame a ser una bendición para tus otros hijos. En el nombre de Jesús oro, Amén.