Además de animarnos a disfrutar la vida que Dios nos ha dado, Salomón también nos anima a trabajar con diligencia.

La frase “lo que sea que encuentres para hacer” significa “lo que sea que se te encomiende; todo lo que puedas hacer, debes hacerlo con todas tus fuerzas; consume todas tus energías en ello”.

La razón de este consejo es que cuando llegue la muerte, cesarán todas las oportunidades de trabajo y servicio. En la muerte, no tendremos más energía ni habilidad para trabajar. En la muerte no habrá ocupación ni planificación ni conocimiento ni sabiduría.

Cada uno de nosotros vivirá una sola vez en esta tierra. Y nunca se sabe cuánto durará nuestra vida. En el libro de Eclesiastés, Salomón nos advierte que nos aseguremos de vivir cada día como si fuera el último.

Nos anima a hacer lo mejor que podemos para Dios, viviendo de modo que al final de nuestra vida podamos decir: “Por la gracia de Dios, viví mi vida sin lamentación alguna”.