Receta De Vida

por Heather Tietz

Éxodo 15:26

Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.

Los israelitas estaban bajo un nuevo liderazgo.

Este misterioso Dios de sus antepasados los había rescatado. Ya no serían esclavos bajo la mano del Faraón. Ya no dedicarían más tiempo a construir el reino de un monarca de mano dura. Ahora vivirían bajo la protección y las leyes de un Dios poderoso. Ellos construirían su reino. Le servirían. Comerían de la abundante vida que Él dio, siempre y cuando siguieran su inusual receta.

Dios le dio esta receta a Moisés.

Los ingredientes clave fueron los originales Diez Mandamientos que escribió con su dedo sobre piedra. Pero también se entregaron otros seiscientos estatutos a la comunidad israelita. Estos ingredientes estaban destinados a crear una sociedad ordenada, un entorno familiar seguro, protección contra las enfermedades y conexión con lo divino.

A cambio de seguir la receta de vida de Dios, Él prometió a sus hijos que vivirían una vida sana, libre de las enfermedades que plagaban a sus antiguos amos.

El reino de Dios se ha expandido.

Ahora somos parte de esto, acogidos a través de Jesús. Él reunió todos esos mandamientos y estatutos del Antiguo Testamento en una sola receta. La llamó “Amor”. Jesús dijo: “Ama primero a Dios, luego a tu prójimo y luego a ti mismo”. Estos son los ingredientes para una vida abundante, un banquete vivo, un platillo rebosante de la bondad de Dios.

Hoy es el momento perfecto para seguir su receta de vida.


Reflexión

¿Qué tan fielmente estoy siguiendo la receta de Dios en mi vida diaria?


Plegaria

Querido Jesús, ayúdame a escuchar tu voz. Cuando la escuche, ayúdame a seguir lo que tú dices. Quiero hacer lo que es recto ante tus ojos. Por favor, perdóname por las veces que no he seguido tu receta de vida. Gracias por amarme siempre. En tu santo nombre te lo ruego, Amén.