por Heather Tietz
El libro de aquesta ley nunca se apartará de tu boca: antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme á todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Era una nueva era para el pueblo de Dios.
Moisés había muerto. Su vida de comer maná, acampar en tiendas y habitar en el desierto había terminado. Finalmente, Josué los guiaría a la tierra que Dios les había prometido.
¡Estaban listos para partir! Tenían esperanza. Tenían fe. Dios les dijo que necesitaban una cosa más: sus leyes. Ellos tendrían éxito en sus batallas, en sus esfuerzos, si seguían sus caminos.
Un nuevo año está a la vuelta de la esquina.
¿Cuáles es tu esperanza para el futuro? ¿Cómo está tu fe en Dios? ¿Estás emocionado para formarte en las filas y seguir a Jesús? No tienes condiciones para seguirlo; estarás consolidado en Él. Su vida te señalará el camino.
Nosotros podemos ser el buen samaritano para nuestros vecinos en necesidad. Podemos ser quien administre misericordia a la mujer adúltera. Podemos reemplazar nuestras palabras de juicio por palabras de inspiración. Podemos darle al pobre. Como el leproso que fue sanado, podemos ser prontos para agradecer. Cuando las tormentas de esta vida tambaleen nuestra barca, podemos confiar en Dios para cuidarnos.
Con Esperanza, fe y su Santo Espíritu, nosotros también podemos hallar el éxito en esta nueva era.
¡Frente a nosotros está nuestra Tierra Prometida!
¿Qué esperanzas y miedos tendré en este nuevo año? Conversa con Dios sobre eso.
Querido Dios, por favor guíame al comenzar este nuevo año. Ayúdame a ver tu mano guiando mi camino. Ayúdame mientras yo te sigo. Por favor haz crecer mi fe y hazme una bendición para otros. En el precioso nombre de Jesús lo suplico, Amén