¡Cantad al Señor!

No se puede sobreestimar el poder de cantar cantos de alabanza. De hecho, los animo a alabar al Señor con cánticos tan a menudo como sea posible.

Haz que tu vida esté llena de cantos de alabanzas a Dios Padre y a Jesús Hijo. Llena el aire a tu alrededor con cánticos: con familiares y amigos, parado frente al fregadero lavando los platos, conduciendo por la calle en tu automóvil, en la ducha; no importa dónde estés o qué estés haciendo, puedes alegrar tu corazón cantando cantos de alabanza.

No importa qué alabanzas elijas cantar.

Puedes escribir tu propio cántico cantando la letra de tus versículos bíblicos favoritos con una melodía que inventes en tu cabeza. ¡Canta lo que te mueva! Himnos, cánticos bíblicos para niños o los cantos contemporáneos de alabanza y adoración, todos ellos dan una serenata a nuestro Dios con gloriosas armonías.

Solo canta.

Tu cántico no tiene que ser musicalmente perfecto. Ni siquiera tiene que estar afinado. Sólo tiene que surgir de un corazón de alabanza. Para los oídos de Dios, nada es más hermoso que escuchar nuestros corazones elevados hacia Él.