Seguimiento Divino

por Ami Hendrickson

Efesios 4:23-24

Y á renovarnos en el espíritu de vuestra mente, Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad.

Muchos celebran el Año Nuevo con propósitos de comer menos, hacer más ejercicio, perder peso, entablar una relación o ahorrar más dinero. Todos estos son objetivos valiosos, pero con demasiada frecuencia no le damos seguimiento ni hacemos realidad nuestras resoluciones.

Sacar la membresía del gimnasio, por ejemplo. Enero es una época de auge para los gimnasios. Rebosantes de optimismo por un futuro mejor, y esponjositas con algunos kilos de más por las vacaciones, las personas firman contratos de membresía, convencidas de que serán una nueva creación el próximo año.

Pero un enorme 80% de todos los nuevos miembros del gimnasio habrán renunciado antes de que termine la mitad del año.

¿No te alegra que Dios no sea como nosotros? Cuando hace una promesa, la cumple. Todo el tiempo.

Dios promete una verdadera renovación para sus hijos, no solo en el Año Nuevo, sino cada momento de nuestras vidas.

A medida que el nuevo año se despliega ante ti, lleno de oportunidades y posibilidades, reclama la promesa de Dios de renovar tu espíritu. Apóyate en Él. Dile lo que esperas lograr este año. Cuéntale los problemas que prevés y luego entrégaselos. Él es más que capaz de lidiar con ellos. Ya eres creado a la imagen de Dios (Génesis 1:27). Ahora, deja que Él renueve tu espíritu y tu mente, guiándote hacia el brillante futuro que te espera.


Reflexión

¿Qué podría lograr este año si permito que Dios renueve mi espíritu y mi mente, haciéndome una nueva persona a su semejanza?


Plegaria

Querido Señor, gracias por renovarme continuamente. Por favor, hazme más y más como tú. Renueva mi espíritu y hazme más consciente de ti. En el nombre de Jesús, Amén.