por Darla Noble
Abrirte ha Jehová su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás á muchas gentes, y tú no tomarás emprestado.
Cuando estaba mirando la chequera sabiendo que no había suficiente para cubrir las cuentas, dije: “Dios, somos sólo tú y yo, y realmente necesito que resuelvas esto”. Y Él lo hizo.
Cuando necesité terminar el trabajo en el jardín, dije: “Dios, somos solo tú y yo, ¿podrías asegurarte de que la cortadora de césped arranque sin problemas?” Y Él lo hizo.
Cuando clamé a Dios; pidiendo una señal de que estaba tomando la decisión correcta, dije: “Dios, tú eres el único que puede decirme si esto es correcto o no”. Y Él lo hizo.
Cuando me levanté para asistir al funeral de mi abuela y, cinco años más tarde, al funeral de mi padre, respiré hondo y dije: “Dios, solo somos tú y yo. Necesito tu fuerza para ayudarme a decir lo que quiero decir sin ‘perder el control’”. Y lo hizo.
Cuando se lo pedimos, Dios nos da lo que necesitamos, cuando lo necesitamos. Siempre. Él nunca nos deja pendientes. Él nunca nos decepciona.
Dios es fiel, SIEMPRE.
¿De quién o de qué dependo? ¿Cómo cambiará mi vida si dejo de depender de otras personas y de otras cosas dependiendo únicamente de Dios?
Gracias Dios. Eres increíble, maravilloso y digno de confianza. Nunca podría querer o necesitar más de lo que tú puedes proporcionarme. Por favor continúa abriendo tu “buen tesoro” y bendice mi trabajo. Estaré eternamente agradecido. En el nombre de tu Hijo te lo ruego. Amén.