Encendidos

por Beatrice Jean-Baptiste

Hechos 1:8

Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.

¿Alguna vez has tratado de usar una computadora u ordenador portátil, solo para darte cuenta de que olvidaste conectarla y que la batería está agotada?

Una computadora con una batería agotada no le sirve a nadie hasta que se conecta a una fuente de energía y se encienda. A veces, los cristianos tenemos más en común con esa computadora portátil de lo que queremos admitir. Necesitamos que se nos recuerde que debemos permanecer conectados y encendidos.

El libro de los Hechos está lleno de relatos de la extraordinaria obra de Dios en la vida de la gente común.

Hechos comienza con los discípulos viendo a Jesús ascender al cielo. Antes de irse, Él promete empoderarlos con el Espíritu Santo para que puedan testificar efectivamente el evangelio con los demás.

Nosotros también necesitamos que el Espíritu Santo nos dé poder.

Nuestro impacto como cristianos está directamente relacionado con nuestra conexión con el Espíritu Santo, que nos permite magnificar a Cristo en nuestra vida cotidiana. Es el gozo de Dios bendecirnos con su Espíritu. El primer paso es pedirlo de todo corazón (Lucas 11:13) y recibiremos el don del Espíritu Santo por fe.

¡Entonces serás fortalecido para hacer grandes cosas para el reino de Dios!


Reflexión

¿Estoy conectado a la fuente de toda energía, o será que necesito estar encendido?


Plegaria

Precioso Señor, por favor concédeme tu Espíritu Santo. Quiero ser empoderado para testificar a otros de la bondad de Dios. Úsame para traer gloria a tu nombre. En el nombre de Jesús oro, Amén.