Treinta Minutos Más Tarde

por Darla Noble

Isaías 30:18

Empero Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto será ensalzado teniendo de vosotros misericordia: porque Jehová es Dios de juicio: bienaventurados todos los que le esperan.

Mi hija, mi nieta y yo nos preparábamos para salir de mi casa una mañana para encontrarnos con mi esposo y mi yerno en el lago. Esperábamos nadar, navegar y disfrutar del cálido día de verano.

Sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, seguimos retrasándonos. El jugo derramado, un cambio de pañal necesario para el bebé, las llaves del auto extraviadas debido a la limpieza del jugo derramado, recuperar el protector solar que el bebé sacó de la bolsa y tiró a la caja de juguetes, todo nos atrasó casi treinta minutos.

Cuando finalmente sacamos el auto en reversa del garaje, mi hija estaba frustrada y molesta. Es planificadora y le gusta la previsibilidad. Le recordé que estas cosas son la forma en que Dios nos frena para asegurarse de que estemos donde debemos estar cuando Él quiere que estemos allí.

Pronto, nos encontramos con un grave accidente automovilístico en el que murieron dos personas. Según la policía en las noticias de esa noche, el accidente había ocurrido justo cuando mi hija, mi nieta y yo hubiéramos estado en ese cruce de caminos, si no nos hubiéramos retrasado.

El tiempo de Dios es perfecto. Puede que no entendamos sus razones, pero siempre son para nuestro bien.


Reflexión

¿Qué desvíos, demoras y “coincidencias” en mi vida reconozco ahora como evidencia del tiempo de Dios?


Plegaria

Querido Dios, por favor concédeme paciencia mientras espero tu tiempo. Sé que tienes un plan para mí. Ayúdame a confiar en Ti completamente mientras lucho con la miope impaciencia. En el nombre de Jesús oro, Amén.