por Darla Noble y Joyverse
Porque contigo desharé ejércitos; Y con mi Dios asaltaré muros.
En un episodio de una de mis antiguas comedias favoritas, uno de los personajes habla de correr un maratón.
Ella dice que iba avanzando; podía ver la línea de meta. Podía saborear el dulce sabor de la victoria. Luego dice: “Pero entonces sucedió: choqué contra un muro”.
Su hija, al escucharla contar la historia, dice: “¿Te quedaste sin fuerzas? Lo siento mucho. Pero hiciste lo mejor que pudiste y eso es lo que importa”.
“No es me quedé sin fuerzas. No llevaba mis gafas, así que literalmente golpeé contra un muro”, responde la madre frotándose la frente.
Con suerte, no te toparás literalmente con muchos muros. Pero es seguro decir que lo harás prácticamente en sentido figurado. Problemas de dinero, de relación, de dolor, de tentaciones, de enfermedades: y la lista de obstáculos continúa.
Si estás frente a un muro que parece especialmente desalentador, intenta leer el Salmo 18 lentamente, poco a poco. Versículo tras versículo, descubrirás que está lleno de promesas que te ayudarán a superar cualquier muro que enfrentes.
Cuando permites que Dios guíe tu camino, siempre encontrarás un camino seguro para superar esos muros.
¿Qué muros he franqueado con la ayuda de Dios?
Querido Dios, por favor toma el control de mi vida. Por favor, guíame a través de cada muro que enfrente, todos los días de mi vida. En el nombre de Jesús oro, Amén.