Gran Fe, Gran Valor

por Heather Tietz

Salmos 118:5

Desde la angustia invoqué á JAH; Y respondióme JAH, poniéndome en anchura.

¿Qué harías si te secuestraran?

Willie Myrick, de nueve años, lo sabe muy bien: confía en Dios. Cree que Él ve tu circunstancia más oscura. Llámalo con fe. Armarse de valor.

El 31 de marzo de 2014, Willie estaba jugando en la entrada de su casa en Atlanta, cuando un extraño en un automóvil le ofreció dinero.

El extraño agarró a Willie y lo metió en el auto. Su secuestrador condujo durante tres horas. Willie cantó durante tres horas. El extraño lo maldijo. Willie siguió alabando a Dios. Finalmente, el secuestrador, molesto, quizás condenado, dejó salir a Willie y se fue.

Una gran fe puede ayudar a dar a cualquiera un gran valor.

El joven David se presentó ante Goliat con gran fe. El viejo Noé mostró gran fe al construir el arca. La ramera cananea Rahab reveló gran fe cuando se puso del lado de los espías israelitas. La reina Ester ejerció gran fe cuando pidió a su rey que perdonara a los judíos. Willie mostró gran fe cuando proclamó la bondad de Dios en medio de su propia tragedia.

Una gran fe genera gran valor tanto para los personajes bíblicos como para la gente de hoy en día.

¿Necesitas valor?

Comienza con la fe. Da tu primer paso y entrega tu oscura circunstancia a Dios. Míralo crecer en tu fe.


Reflexión

¿Cuál es mi definición de coraje? ¿En qué maneras me muestro valiente? ​


Plegaria

Querido Señor, te invocaré cuando esté angustiado. También te invocaré cuando esté en paz. Gracias por fortalecer mi fe y darme el coraje para vivir mi vida para Ti. Te amo. Amén.