Durante el bombardeo alemán contra Londres en la Segunda Guerra Mundial, una anciana se mantuvo bastante pacífica en medio del caos.

Alguien preguntó cómo era capaz de mantener una actitud de paz frente a todo.

Su respuesta: “Todas las noches oro, pero cuando empiezo a preocuparme por lo que está haciendo Hitler, solo recuerdo lo que dijo el predicador: que Jesús está mirando. Entonces soy capaz de ir a dormir. Después de todo, de nada sirve que los dos estemos despiertos toda la noche.

Cuando pones tu confianza en Jesús, le permites resolver tus problemas personales. Recuerda, Él ha prometido darte la confianza y la paz que necesitas para enfrentarlos, pero tienes que permitirle estar allí (en tu vida) para que te dé esas cosas.

Una y otra vez en la Biblia aparecen palabras como: “La paz os dejo, mi paz os doy…” (Juan 14:27)

Puedes tener esta paz enfocando tus pensamientos en Jesús y confiando en Él. Jesús es tu mejor amigo. Él siempre está escuchando y dispuesto a que le compartas tanto tus problemas como tus alegrías.