Las palabras de Jesús en el versículo de hoy se conocen como la “Gran Comisión”. Id, dice, y haced discípulos a todas las naciones.

Aquí hay algunas preguntas que quizás te hayas hecho antes:

“¿Cómo le presento Jesús y la Biblia a un compañero de trabajo que piensa que Dios es sólo otra mala palabra?”

“¿Qué le digo a mi adolescente que ha abandonado la iglesia y quiere explorar su propia espiritualidad?”

“¿Cómo puedo brindar consuelo piadoso a mi amigo que culpa a Dios por haberse llevado a su esposa demasiado pronto?”

Las principales respuestas se encuentran en las palabras que vienen antes y después de la Gran Comisión de Cristo. Primero dice esto: “A mí me ha sido dada toda potestad”. Y después dice: “Yo estoy con vosotros siempre”.

Jesús fue un evangelista sumamente exitoso, alguien que atraía a la gente a Dios con autoridad. Este mismo Jesús está contigo cuando enfrentas estas preguntas. Puedes hablar como Él lo hizo: con autoridad por lo que Dios ha hecho por ti y con compasión por las heridas, la duda y el dolor que alguien está experimentando.

Sí, Jesús nos envía a compartir el Evangelio. Pero Él está con nosotros cuando lo compartimos. Siempre.