por Darla Noble
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
¿Cuántas veces tus padres te dijeron que hicieras algo, o no te permitieron hacerlo, porque (en sus propias palabras) era “por tu bien”?
Recuerdo algunas veces que mis padres expresaron esas palabras. No fueron las palabras que quería escuchar en ese momento, pero resultó que tenían razón. Salir con determinadas personas o ir a una fiesta o evento en particular habría sido una mala elección.
Cuando los padres dicen “es por tu bien”, no están tratando de arruinar tu diversión, sino de protegerte. Evitan que tomes el rumbo equivocado.
Como nuestro Padre celestial, Dios nos dio una serie de mandamientos a seguir para mantenernos a salvo y evitar que tomemos el rumbo equivocado en la vida. Él nos dio estos mandamientos para que podamos pasar la eternidad con Él. Lo hizo por nuestro bien, con profundo y sincero amor.
Hoy, devuélvele el amor a través de tu obediencia. ¡Confía en que Dios sabe lo que es o no por tu propio bien!
A partir de hoy, ¿qué cambios haré en mi vida para ser más obediente a Dios?
Querido Dios, gracias por amarme. Gracias por desear que yo esté a salvo y feliz. Ayúdame a obedecer todas las cosas que me has mandado. En el nombre de Jesús oro, Amén.