¿En Quién Confío?

por Heather Tietz

Jeremías 17:7; Lamentaciones 3:26

Bendito el varón que se fía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Bueno es esperar callando en la salud de Jehová.

Las personas en los EE. UU. son conocidas por poner su fe en sus billeteras.

Después de la tragedia del 11 de septiembre de 2001, Wall Street cerró la bolsa de valores sabiendo que el dinero era una de las primeras cosas que la gente agarraría con miedo. El comercio no se reabrió hasta el 17 de septiembre. Efectivamente, tanta gente había retirado sus fondos del mercado de valores que provocó la mayor caída de un día en la historia de EE. UU. hasta ese momento.

Desde entonces, el mercado de valores ha experimentado caídas vertiginosas en numerosas ocasiones. No se puede confiar. Puede romperse; puede atascarse; no ofrece salvación. Nos maldecimos a nosotros mismos cuando ponemos toda nuestra confianza en él, o en cualquiera que lo gestione por nosotros.

Si observa detenidamente cualquier proyecto de ley de los EE. UU., la frase “In God We Trust” está impresa allí. Es un gran recordatorio para todos nosotros de tratar el dinero como una herramienta y no como un dios.

Si lo perdemos, si nos lo roban, si lo perdemos en facturas médicas, reparaciones en el hogar o en la bolsa de valores, no es nuestro fin. No determina nuestro futuro.

Cuando nuestra confianza está en Dios, somos bendecidos sin importar lo que le pase a nuestra billetera.


Reflexión

¿Qué tipos de reacciones personales a veces me revelan que mi confianza no está en Dios en ciertas situaciones?


Plegaria

Dios misericordioso, ayúdame a confiar en ti, no en mis finanzas. Eres mi Dios abundante y amoroso que lo tiene todo en el vasto universo. Gracias por estar dispuesto a dármelo todo. En el nombre de Jesús oro, Amén.