Personaliza la promesa que Dios da en el versículo de hoy poniendo tu nombre en los espacios en blanco. Entonces cree con todo tu corazón que las promesas de Dios son para ti.

“Si ___ ___, sobre el cual mi nombre es invocado, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se vuelve de sus malos caminos; entonces oiré desde el cielo, y perdonaré el pecado de ___ ___, y sanaré la tierra de ___ ___”.

Humillarse significa dar a Dios el primer lugar en tu vida. “La oración humilde atraviesa los cielos, desarma la ira de Dios, obtiene sus misericordias y hace que las trampas del maligno sean inútiles” (Thomas A. Kempis).

Oración es derramar tu corazón hacia Jesús. “Y me buscaréis y me hallaréis, cuando me busquéis con todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13).

Buscar su rostro significa buscar a Dios en todo. Siente su presencia espiritual y emocionalmente, dándote la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Apártate de tus malos caminos. Deja que Jesús te ayude a pasar de vivir la vida según tus propios términos a vivir una vida de completa obediencia. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Dios promete: haz esto y Él te escuchará, te perdonará y te enviará sanidad.