En enero del 2001, durante un partido de hockey entre los Chicago Blackhawks y los Colorado Avalanches, el jugador de los Blackhawks, Steve Sullivan, fue golpeado en la cara con un palo de hockey.

Sangrando profusamente, Sullivan se fue al banquillo. Pero un fanático de Colorado se deleitó con el dolor del jugador. El fan comenzó a abuchear en voz alta al hombre herido, gritando blasfemias, insultándolo y burlándose de él.

Sullivan lo ignoró. Pronto, estaba de vuelta en el hielo, patinando bien y marcando goles, para el disgusto de su atormentador.

Más tarde, otro jugador envió volando el disco de hockey encima y por detrás de la red sobre el vidrio y hacia las gradas, ¡donde golpeó en la cabeza al aficionado que gritaba! A veces la justicia poética acude al llamado.

En Biblia en Inglés Común (CEB), el versículo de hoy dice:

No te apresures a enojarte porque la ira vive en el corazón del tonto.

Dios da buenos consejos. Él no quiere que gastemos nuestro valioso tiempo y energía albergando la ira. Los pensamientos de ira pueden originarse en nuestra cabeza, pero afectan nuestro corazón, lo que contribuye a una presión arterial elevada, derrames cerebrales, agriando nuestras relaciones con los demás. No debería ser necesario que nos golpeen la cabeza con un disco de hockey para que nos demos cuenta de que cuando Dios da un consejo, es porque siempre tiene en mente nuestros mejores intereses.