Versículos de la Biblia sobre
Niños
¡Dios ama a los niños! Aquellos que tienen fe como la de un niño, una fe dispuesta, de gozo genuino y fáciles de entusiasmar tienen un lugar especial en el corazón de nuestro Padre.
“Dejad a los niños venir a mí”, dijo Jesús (Mateo 19:14), “porque de los tales es el reino de los cielos” Alabemos a Dios por su amor para con los pequeños. Y alabémosle por bendecirnos y llamarnos hijos.
Los hijos son herencia de Dios y su recompensa
Salmos 127:3
He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre.
El ser humano más poderoso es como un pequeño niño comparado con Dios
1 Reyes 3:7
Ahora pues, Jehová Dios mío, tú has puesto á mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre: y yo soy mozo pequeño, que no sé cómo entrar ni salir.
Los niños son capaces de tomar una decisión por Dios
2 Crónicas 20:13
Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños, y sus mujeres, y sus hijos.
Jesús ama a los niños
Marcos 10:13-16
Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reñían á los que los presentaban. Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
Los niños son una parte importante del Reino de Dios
Mateo 18:2-4
Y llamando Jesús á un niño, le puso en medio de ellos, Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos.
Jesús mantiene altas expectativas con quienes tienen niños a su cuidado
Mateo 18:4-6
Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que recibiere á un tal niño en mi nombre, á mí recibe. Y cualquiera que escandalizare á alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le anegase en el profundo de la mar.
Dios presta mucha atención a cómo tratamos a los niños
Lucas 9:46-48
Entonces entraron en disputa, cuál de ellos sería el mayor. Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño, y púsole junto á sí, Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mí nombre, á mí recibe; y cualquiera que me recibiere á mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será el grande.
Solo tenemos la entendimiento de un niño respecto a la complejidad de Jesús
Juan 13:33-34
Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; mas, como dije á los Judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; así digo á vosotros ahora. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
Como los padres humanos, a Dios le encanta dar regalos a sus hijos
Mateo 7:10-11
¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas á los que le piden?
La temprana educación en la infancia es de vital importancia
Proverbios 22:6
Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Los niños son una bendición gloriosa
Proverbios 17:6
Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.
Los padres tienen el deber de enseñar a sus hijos acerca de Dios
Deuteronomio 31:12-13
Harás congregar el pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman á Jehová vuestro Dios, y cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley: Y los hijos de ellos que no supieron oigan, y aprendan á temer á Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra, para ir á la cual pasáis el Jordán para poseerla.
Dios se da cuenta de cómo tratamos a los niños
Mateo 10:42
Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa.
